elaboración

El terroir único de la región de Champagne, con sus suelos calcáreos y clima fresco, imparte sabores y aromas distintivos a las uvas. Una vez cosechadas, las uvas se prensan suavemente para extraer sus jugos, que forman la base del champán. El siguiente paso involucra el arte de la mezcla, donde los enólogos combinan magistralmente diferentes variedades de uva y vinos de reserva para crear el perfil de sabor deseado. El vino se somete a una segunda fermentación en botella, cuidadosamente controlada para crear la encantadora efervescencia por la que es famoso el champán. Después de un envejecimiento sobre lías durante un período específico, a menudo años, las botellas se remueven y degüellan meticulosamente para eliminar los sedimentos, seguido de la adición de una dosis para equilibrar la dulzura del vino. El resultado final es una sinfonía de burbujas, complejidad y delicadeza, que muestra el arte y la artesanía de los enólogos. El champán no es solo una bebida; es una encarnación de la elegancia, el lujo y el arte de transformar las uvas en una celebración cautivadora de sabor y efervescencia.